Muchos de los que hemos seguido las evoluciones del Recreativo B creemos que Carlos Ríos y Pavón han realizado un buen trabajo en el Recreativo B. Ayer, en “La Tertulia de la Cantera” de Antena Huelva Radio, Pablo Longoria opinaba sobre la continuidad del técnico: “Estamos muy contentos con la labor que ha realizado Carlos Ríos esta temporada. Lógicamente, ahora ya es el momento de tomar decisiones y entre esas decisiones a afrontar es decidir es la continuidad o no continuidad del entrenador”; afirmaciones que interpreto como una declaración de intenciones para que el de Sanlúcar de Barrameda siga al frente del filial recreativista la temporada próxima.
Reconozco que me descoloca un poco la campaña de “onubensismo” que se viene realizando desde algunos medios pidiendo a gritos que, tanto la dirección deportiva del filial del Decano como la figura del segundo entrenador del primer equipo, sean ocupadas por entrenadores con DNI expedido en Huelva.
Entiendo a medias tales requerimientos, sobre todo en la continuidad de Carlos Ríos. El sanluqueño ha sido muy cuestionado por algunos sectores futbolísticos onubenses, más por su procedencia que por sus condiciones deportivas. Él, a pesar de trabajar a diario con la estúpida rémora de no ser onubense, ha demostrado su valía y el derecho a continuar en su cargo.
Pero, ¿realmente es la secretaria técnica la que marca las directrices del filial?; ¿por qué desde el club no se tapan determinadas bocas y se zanjan debates insulsos nada beneficiosos?; ¿no es extraño qué cuando desde diferentes sectores salen a la luz este tipo de cuchicheos muy a menudo acaben convirtiéndose en una realidad?
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